NIUS – ¿Sabe que puede alquilar una vaca por poco más de lo que cuesta un café?
7 de noviembre de 2019
Ganaderos de toda España se apuntan al leasing vacuno para adquirir animales y sacar adelante sus negocios
Manuel Rodríguez, en su explotación de Lugo, tiene unas 90 vacas alquiladas. Paga, por cada una de ellas, unos 60 euros al mes.
Tras completar todas las cuotas, la vaca pasa a ser propiedad del ganadero. “Con la leche que producen, ellas mismas se autopagan”, explica.
En el sector automovilístico e inmobiliario, el leasing está a la orden del día. Pero, desde hace un tiempo, esta opción financiera se está haciendo un hueco también en las ganaderías. Es el llamado leasing vacuno, es decir, un alquiler de vacas con opción a compra.
Manuel Rodríguez, un ganadero de Portomarín (Lugo), lo probó hace ocho años. Necesitaba incorporar 30 vacas lecheras a su explotación. El desembolso era importante. Unos 75.000 euros en total. Se enteró de que una empresa especializada tenía ojeadores en Europa para seleccionar a los mejores ejemplares y que, después, ofrecía a los ganaderos la posibilidad de adquirirlos mediante un leasing. No se lo pensó. “Las traen próximas al parto o recién paridas. Con la leche que producen, ellas mismas se autopagan», explica este empresario.
60 euros de cuota al mes por cada vaca
La explotación de Manuel tiene actualmente unas 400 vacas, 90 de ellas adquiridas mediante un alquiler con opción a compra. Siete llegaron desde Alemania hace menos de un año. Paga de media, por cada una de ellas, unos 60 euros al mes. En tres años, en cuanto finalice de pagar su ‘leasing vacuno’, esas vacas serán de su propiedad. Al igual que la leche y los becerros que hayan parido desde que comenzó el pago del alquiler.
Para él, hoy en día es más interesante adquirir vacas por leasing que comprarlas y pagarlas al contado. “Por una parte, no tienes que hacer un gran desembolso de dinero de golpe. Y, por otra, este tipo de alquiler implica una desgravación fiscal del 100% que compensa totalmente lo que pagas en intereses”, asegura.
Además, el hecho de que las vacas lleguen a su explotación en el momento álgido de su producción, le ahorra el coste de tener que criar a las novillas. “Hay que tener en cuenta que las vacas no producen leche hasta los dos años y su crianza supone un esfuerzo humano y económico muy importante. Se necesita mucho tiempo, trabajo y dinero”, explica.
